Un triunfo más meritorio aún teniendo en cuenta que arrastraba molestias musculares desde antes del mundial.
María, que en diciembre pasado estuvo a punto de poner fin a su carrera deportiva, ha sabido sobreponerse a fuerza de tesón y sacrificio a las exigencias del atletismo profesional, y escribe hoy otra inolvidable página en el deporte femenino y provincial.
«Los sueños, a veces, se hacen realidad », declaró emocionada la atleta minutos después de su victoria.
Exigente e inconformista, ya sueña con proclamarse campeona olímpica en París 2024.
¡Que así sea!