A pesar de los avances en la educación, el mundo sigue siendo un lugar violento y con un alto grado de discriminación para las niñas.
Cada vez es mayor el número de niñas que van a la escuela y permanecen en ella, pero los grandes avances logrados en materia de educación no han contribuido a crear un entorno más equitativo y menos violento para las niñas, según advirtieron hoy en un nuevo informe UNICEF, Plan Internacional y ONU Mujeres.
El informe, publicado en vísperas del 64º período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, señala que el número de niñas que no asisten a la escuela ha disminuido en 79 millones en los últimos dos decenios. De hecho, en la última década, las niñas han tenido más probabilidades que los niños de asistir a la escuela secundaria.
Sin embargo, la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo habitual. En 2016, por ejemplo, las mujeres y las niñas representaban el 70% de las víctimas de la trata detectadas en todo el mundo, la mayoría de ellas con fines de explotación sexual. Es sorprendente que una de cada 20 niñas de 15 a 19 años de edad –alrededor de 13 millones– haya sufrido un acto de violación en su vida, una de las formas más violentas de abuso sexual que pueden sufrir las mujeres y las niñas.
“Hace 25 años, los gobiernos del mundo asumieron un compromiso con las mujeres y las niñas, pero sólo han cumplido parcialmente su promesa. Aunque la comunidad internacional ha demostrado la voluntad política necesaria para enviar a muchas niñas a la escuela, ha fracasado vergonzosamente a la hora de dotarlas de las aptitudes y el apoyo que necesitan no sólo para labrarse su propio futuro, sino para vivir con seguridad y dignidad”, dijo la Directora Ejecutiva del UNICEF, Henrietta Fore. “El acceso a la educación no es suficiente, debemos también cambiar los comportamientos y las actitudes hacia las niñas. La verdadera igualdad sólo llegará cuando todas las niñas estén a salvo de la violencia, sean libres de ejercer sus derechos y puedan disfrutar de las mismas oportunidades en la vida”.
El informe, A New Era for Girls: Taking stock on 25 years of progress (Una nueva era para las niñas: Un balance de 25 años de progreso), ha sido publicado como parte de la campaña Generación Igualdad y para conmemorar el 25o aniversario de la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing, un plan histórico para promover los derechos de las mujeres y las niñas.
“Es esencial que recordemos a los gobiernos su obligación de rendir cuentas de su compromiso con la histórica Declaración de Beijing, y este informe presenta la situación de las mujeres del mundo 25 años después”, dijo la Directora General de Plan International, Anne-Birgitte Albrectsen. “Las niñas adolescentes, en particular, sufren una mayor discriminación como resultado de su edad y género. También siguen estando marginadas en sus comunidades y en los espacios donde se toman las decisiones, y son en gran medida invisibles en las políticas gubernamentales. El empoderamiento de las adolescentes produce un triple beneficio social: para las niñas de hoy, para los adultos en los que se convertirán y para la próxima generación de niños. Si no lo comprendemos y no ponemos fin a la discriminación a la que se siguen enfrentando las niñas en todo el mundo, tendremos pocas posibilidades de alcanzar las ambiciones de igualdad de género establecidas en la Agenda 2030”.
“Desde la Conferencia de Beijing en 1995, cuando surgió un enfoque específico sobre los temas relacionados con las niñas, hemos escuchado cada vez más a las niñas hacer valer sus derechos y pedirnos cuentas. Sin embargo, el mundo no ha cumplido con sus expectativas en cuanto a una administración responsable del planeta, la erradicación de la violencia y sus esperanzas de independencia económica”, dijo la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka. “Mientras las mujeres y las niñas tengan que emplear el triple de tiempo y energía que los hombres en las tareas domésticas, la igualdad de oportunidades para que las niñas completen su educación y encuentren buenos trabajos en un entorno seguro seguirá estando fuera de su alcance. Por el bien de todos eso tiene que cambiar, y asegurar que las habilidades que se enseñan a las niñas sean las adecuadas para los nuevos trabajos tecnológicos y digitales del futuro, y acabe que la violencia contra ellas”.
Las niñas de hoy en día corren un riesgo alarmante de sufrir violencia en todos los entornos –tanto en línea como en el aula, el hogar y la comunidad–, lo que conlleva consecuencias físicas, psicológicas y sociales. El informe señala que las prácticas nocivas como el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina siguen perturbando y dañando las vidas y el potencial de millones de niñas en todo el mundo. Cada año, 12 millones de niñas se casan cuando son niñas y 4 millones corren el riesgo de ser sometidas a la mutilación genital femenina. A nivel mundial, las niñas de 15 a 19 años de edad tienen las mismas probabilidades de justificar el maltrato a sus esposas que los niños de la misma edad.
En el informe también se señalan tendencias negativas para las niñas en materia de nutrición y salud, muchas de las cuales eran inimaginables hace 25 años. Por ejemplo, la globalización, el cambio de la alimentación tradicional por alimentos procesados y poco saludables y la rápida expansión de técnicas de comercialización agresivas dirigidas a los niños, han dado lugar a un mayor consumo de alimentos poco saludables y de bebidas azucaradas. Esto ha contribuido a un aumento del sobrepeso y la obesidad en la infancia y la adolescencia. Entre 1995 y 2016, la prevalencia del sobrepeso en las niñas de 5 a 19 años de edad casi se ha duplicado, pasando del 9% al 17%, y esto ha dado lugar a que el número de niñas con sobrepeso sea casi el doble en la actualidad (155 millones) que en 1995 (75 millones).
Al mismo tiempo, en los últimos 25 años se ha observado una creciente preocupación por los trastornos psicológicos, causados a menudo por el uso excesivo de las tecnologías digitales. En el informe se señala que el suicidio es actualmente la segunda causa de muerte entre las adolescentes de 15 a 19 años, superada únicamente por las patologías maternas. Las niñas también siguen corriendo un alto riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH, ya que 970.000 adolescentes de 10 a 19 años de edad viven actualmente con el VIH, en comparación con las 740.000 que había en 1995. Las adolescentes de 10 a 19 años siguen representando alrededor de 3 de cada 4 nuevas infecciones entre los adolescentes de todo el mundo.
En el informe se pide que se adopten medidas en las siguientes esferas:
Celebrar y ampliar las oportunidades para que las niñas de todos los orígenes geográficos y éticos, y niveles de ingresos y de condición social, se muestren audaces y ambiciosas para convertirse en agentes en favor del cambio y en creadoras de soluciones, aportando sus voces, opiniones e ideas en diálogos, plataformas y procesos que se relacionen con sus cuerpos, sus comunidades, su educación y su futuro.
Aumentar las inversiones en políticas y programas para ampliar los modelos prometedores que aceleran el progreso para las adolescentes y con ellas, en consonancia con la realidad del mundo actual, incluido el fomento de sus aptitudes para la cuarta revolución industrial y un movimiento generacional para poner fin a la violencia de género, el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina.
Aumentar las inversiones en la producción, el análisis y la utilización de datos e investigaciones de alta calidad desglosados por edad y sexo en esferas en que los conocimientos son limitados, como la violencia de género, la adquisición de aptitudes para el siglo XXI, la nutrición de los adolescentes y la salud mental
Fuente: UNICEF