Secuestradores de niños, colonias que te duermen, golosinas con droga, ritos de bandas que te asaltan en carretera, frutas infectadas de VIH o inminentes atentados en centros comerciales son algunas de las falsedades que circulan en Internet
Los grupos de WhatsApp están desbancando a las propias redes sociales como potentes altavoces de bulos, la mayoría haciendo referencia a supuestas fuentes oficiales, intentando así darles mayor credibilidad
La mayoría de los bulos son anónimos; se repiten periódicamente; suelen contener algún gancho morboso o alarmante para generar mayor difusión; su redacción es incorrecta y con faltas de ortografía, y solicitan su reenvío a todos los contactos para conseguir su viralización.
La Policía Nacional pide a los ciudadanos que no viralicen bulos a través de redes sociales y de mensajería instantánea. Desde el Grupo de Redes Sociales de la policía se recuerda la importancia de no creer ni difundir mensajes que no procedan directamente de fuentes oficiales. Con este objetivo la Policía ha elaborado un “top ten” con los diez bulos más recurrentes, llamativos o difundidos en Internet.
“Mi cuñada policía me ha dicho…”:
El último de estos bulos, una reedición mejorada de uno aparecido en 2014, se refiere a la presencia de una pareja que se dedica a secuestrar niños, a los que atraen vendiéndoles cromos. Este falso rumor, difundido por WhatsApp, incluye en esta ocasión una fotografía y un audio en el que una mujer cuenta a una conocida que “le ha dicho su cuñada, que es policía, que hay una pareja intentando secuestrar a niños vendiéndoles cromos…”, por lo que solicita que se comparta. A esta falsa alerta se añade una larga lista que incluye frutas infectadas de VIH, llamadas que cargan en tu cuenta 1500 euros, personas que te rocían con colonia para robar en tu casa, vales regalo de marcas comerciales, atentados inminentes en un centro comercial, golosinas con droga facilitadas a niños o llaveros con chip localizador son algunos de los más difundidos.
¿Cómo reconocer uno de estos bulos?
La mayoría de estos falsos rumores son anónimos, no están firmados, aunque hacen referencia a fuentes fiables. Además suelen están redactados de la manera más atemporal posible y carecen de fecha de publicación para que pervivan lo máximo posible circulando en la Red. Otro rasgo que los define en que cuentan con un gancho -generador de miedo, morboso o de tipo económico- para captar la atención del internauta. También tratan de aprovechar una coyuntura favorable y relacionada con la información falsa, como la comisión de atentados terroristas en otros países. Los bulos, por lo general, están escritos en castellano neutro (si emplean este idioma) para facilitar la difusión a nivel internacional en aquellos países de habla hispana. Además, habitualmente contienen faltas de ortografía o una redacción deficiente. También como característica común encontramos que normalmente incluyen una petición de reenvío, ya sea para alertar a otras personas, para evitar mala suerte o la muerte, concienciar a otros o con cualquier otro motivo. El objetivo de esta petición de reenvío reside en captar direcciones de correo, crear bases de datos, transmitir malware, realizar posteriores campañas de correo masivo o simplemente difundir la información falsa el máximo posible para generar el miedo en la población.
Los 10 bulos más compartidos:
1. Secuestro de menores.- 2. Frutas infectadas.- 3. Atentado terrorista inminente.- 4. Colonias que te duermen para robar.- 5. Golosinas con droga.- 6. Falsos vales descuento.- 7. Llaveros con chip localizador.- 8. Luces del coche.- 9. Llamada de 1.500 €.- 10. Falsos vales descuento.-
Los grupos de mensajería instantánea, grandes altavoces de bulos:
Por último, los grupos de Whatsapp están desbancando a las propias redes sociales como potentes altavoces de bulos irracionales, algunos citando falsamente una fuente oficial; otros que son nuevas versiones de bulos antiguos. Desde el Grupo de Redes Sociales de la Policía Nacional se recuerda la importancia de no creer ni difundir mensajes que no procedan directamente de fuentes oficiales y pedir al resto que no se le dé credibilidad alguna. Riesgos totalmente infundados, supuestos malhechores que parecen de película, prácticas o crímenes muy propios de la ficción… son difundidos a todos sus contactos, en especial por los grupos de adultos, en ocasiones sin verificación alguna. Los nuevos gadgets, como smartphones o tablets, se han convertido en potentes herramientas para difundir estos bulos. Los especialistas de la Unidad de Investigación Tecnológica (UIT) y del Grupo de Redes Sociales de la Policía Nacional han registrado miles de denuncias, consultas y peticiones de ayuda de los internautas a través de los canales telemáticos de la Policía.